El método de las 4 C para que tu negocio no te esclavice

Emprendedores

Las personas tienen muchísimas razones para fundar sus propios negocios. Unos lo hacen porque no quieren seguir siendo empleados de alguien más, otros quieren crear fuentes de trabajo, ofrecer un servicio en el que son buenos y muchos porque quieren tener mejores ingresos y mayor libertad. Ya no desean depender de un horario que esté establecido por un tercero, esa es la promesa que existe cuando eres tu propio jefe.

Si quieres comenzar tu propio negocio y lo que te ha impedido hacerlo es la falta de capital, conoce estas ideas de negocios rentables en Gananci que no requieren demasiados recursos para empezar. Por otro lado, si recién empezaste y estás en la etapa del trabajo arduo te podrás haber dado cuenta que esa promesa de la libertad, muchas veces se queda en eso, en una promesa que no siempre se cumple.

Y es que cuando una empresa está dando sus primeros pasos requiere de mucha dedicación, esfuerzo, energía, dinero y otros recursos. Por esto es que solo un porcentaje poco significativo de los emprendimientos que se lanzan al mercado logran sobrevivir sus primeros dos años. En la mayoría de los casos el brío, el empuje y la pasión con la que se comienzan no son suficientes para soportar todos los embates crueles de la industria, así que muchos terminan tirando la toalla.

Esos que logran mantenerse firmes y sobrevivir tampoco es que han logrado superar todas las pruebas. Incluso cuando un negocio ya está estable y marchando sobre ruedas, no se puede cantar victoria si no se están cumpliendo todos los objetivos por los cuales fue creado. Mencionábamos previamente que una de las razones más comunes por los que las personas quieren abrir negocios propios es porque desean mayor libertad de horario.

Sin embargo, luego de varios años se les sigue viendo metidos de cabeza en su proyecto y sin posibilidades de tomar vacaciones. Algunos se escudarán en que por lo menos los frutos de ese arduo trabajo que hacen les quedan a ellos mismos y no a alguien más, pero una cosa no tiene que estar peleada con la otra.

Es cierto que a los negocios no se les puede desatender. Mucho menos en sus etapas iniciales, pero una vez que estas etapas son superadas, los dueños deberían gozar de mayor libertad, que fue una de las razones por las que comenzaron el proyecto en primer lugar. Nunca he conocido a nadie que comience un emprendimiento con la idea en mente de que tendrá prácticamente que vivir en él por el resto de su vida.

Si eres el dueño de tu negocio, el primero que llegas al mismo y también el encargado de cerrarlo por las noches. Si trabajas más que todos tus empleados, si cuando tienes que ausentarte de tu puesto se crea un caos o cuando tu negocio depende de ti para la mayoría de sus procesos, lamento darte la noticia de que te has convertido en un esclavo de tu negocio.

Los empresarios exitosos se manejan desde la premisa de lo importante y rentable que es poner tu dinero a trabajar para ti de diversas maneras. Cuando no cumples esto, sino que sigues trabajando tú por el dinero, te desgastarás más, y por si fuera poco, siempre tendrás un techo de ganancias ya que dependes completamente de tu esfuerzo.

Esto no tiene por qué ocurrirte. Puedes ser un dueño de negocio que lidie con las responsabilidades que representa tener uno, pero que además pueda disfrutar de todas las ventajas de esto. Por eso lo siguiente que encontrarás son algunos consejos para que tu negocio no se convierta en tu jefe, sino que seas tú quien esté al mando con el método de las 4 C:

1.- Crea equipo.


Cuando te permites trabajar con otras personas multiplicas tu fuerza, tu ingenio, tu resistencia y en general tu productividad, por eso es importante que trates de crear equipo rápidamente. Así no dependerás solamente de ti mismo.

Entre las personas que busques para que se integren a tu equipo prefiere aquellos cuyos valores estén alineados con los tuyos, pero que además tengan talentos diferentes entre sí. El equipo será más efectivo mientras mayores cualidades tenga.


2.- Capacita.


Una vez hayas elegido a los mejores candidatos es momento de capacitarlos no solo con la información de lo que hace el negocio, sino con la cultura organizacional del mismo. No les puedes exigir a tus empleados excelencia si no te tomas el tiempo de que aprendan previamente a cumplir sus funciones.

Una recomendación para que la inducción sea eficaz es que se realice a través de métodos establecidos con anterioridad, en vez de que sea algo al azar o informal.

3.- Comparte las responsabilidades.


Delegar puede ser difícil pero puede hacer que el trabajo sea mucho más llevadero. Así podrás administrar el tiempo de una forma en que te convenga mejor e incluso dividirlo en otros proyectos.


4.- Confía.


No sirve de nada hacer equipo, capacitar y delegar si no confías en el trabajo de otras personas. Quizá al principio se equivoquen pero necesitas tener paciencia y dejar que se desarrollen para que goces de mayor libertad. 

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