La gestión emocional en el ámbito laboral.

La gestión emocional en el ámbito laboral.
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Conoce la importancia de la gestión emocional en el capital humano.


Soc. Oly Calderón / NEUVOO
Coordinadora de Alianzas Estratégicas México 
oly@neuvoo.com


“A uno lo contratan en una organización por tener capacidades técnicas y lo despiden por NO tener capacidades blandas” Polar Sordo.
Gestionar emociones es un terreno pantanoso, ninguna institución formal incluye en sus planes de formación la conciencia emocional ni las competencias emocionales como materia de estudio; esto podría deberse a que es un campo de reciente incursión en materia científica. Las personas que traen estas aptitudes de manera natural o reciben la formación pertinente en sus hogares tienen mayor probabilidad de éxito en las organizaciones hoy en día que aquellas que se limitan a su formación estrictamente técnica. Los conflictos laborales no están asociado a falta de competencia, o por lo menos los conflictos que no llegan a feliz término, sino a problemas como: falta de empatía o comunicación poco efectiva, por citar algunos ejemplos. 


Conciencia emocional.


Para introducirnos en este ámbito tan complejo, debemos iniciar por un proceso de auto conocimiento. Incursionar en nuestras emociones cotidianas nos va a permitir desarrollar la conciencia emocional ese tipo de consciencia no es más que la capacidad de percibir nuestras emociones, identificarlas, (Bisquerra, 2015),  pero nunca controlarlas. 

El control emocional es un mito, debido a que la zona del cerebro que gestiona las emociones no opera de la misma forma que nuestra capacidad de razonamiento, “hay cosas en la psiquis que yo no produzco, sino que se producen solas y tienen su propia vida” (Jung. 2000) el proceso de insigh o reflexión es crucial para diferenciar eso que produce nuestro cerebro y que podemos controlar y aquello que solo podemos descubrir y entender. 

Gestión  emocional.


Las emociones se viven de manera diferente en cada país, pero todas coinciden en que nos dicen algo de nosotros, y de nuestra situación, aun cuando nos resulte difícil aceptar ciertas emociones, ellas están allí. Existen 8 emociones básicas: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, disgusto, enojo y anticipación (R. Plutchik, 1989) cada una desencadenan diversas reacciones físicas y psíquicas. El miedo, por ejemplo,  preparara al cuerpo con un instinto de protección y supervivencia.  

La rueda de las emociones de R. Plutchik
La rueda de las emociones de R. Plutchik 
Aun cuando los expertos predicen las reacciones físicas de cada una de estas emociones, de manera objetiva, la invitación es a identificarlas de manera subjetiva y en nuestra cotidianidad. 

Nuestro sitio de trabajo es un lugar donde pasamos una importante cantidad de tiempo, y es importante reconocernos en él y en sus consecuentes dinámicas. 

Aquella orden que me dio mi jefe, ¿qué me hace sentir? ¿Qué tan intensa es la emoción?  ¿Cuánto tiempo demora en irse?, la actitud de  mi compañero de trabajo en un determinado proyecto ¿Por qué me incomoda? ¿es esa persona o el proyecto en sí mismo lo que despierta determinada emoción en mí? Estos son algunos ejemplos de preguntas que podemos formularnos. Escribir las respuestas es una excelente opción. A lo largo del tiempo veremos qué tan frecuentemente se despiertan ciertas emociones en nosotros y podemos prever actitudes acordes a lo que nuestro pensamiento espera.

Finalmente, comprender nuestras propias emociones nos dará indicios de las emociones de nuestro entorno laboral (compañeros, supervisores, subordinados) y de los climas emocionales en general, que nos serán muy útiles en nuestro desempeño fortaleciendo una cualidad no negociable en este ambito: la empatía. 

Fuentes:  
Jung C. (2000) “El hombre y sus símbolos” 
Bisquerra R.  (2015) “Conciencia emocional” 
Plutchik R. (200) “Emotions in the Practice of Psychotherapy”

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